Los secretos del bosque 39

Mi caballo se adentra en la fosca.
Gamos y ciervos acuden a su paso,
y el rosijo destella como gema
en las ramas.
Sobre los campos cárdenos,
la flauta de la brisa
teje el atardecer.
Oigo, su voz de pronto:
"Aparta, aparta mi losa
y me darás alas
y diré: la noche se ilumina
como el día.
Roba tu belleza eternidad a a la muerte
y en el lecho desfallece mi cuerpo."
Y oigo mi voz:
"Soy la corona que te corona.
Fuerte como la muerte es nuestro amor."

Clara Janés