A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

sábado, 8 de agosto de 2009

DIAS DEL BOSQUE

DECLARACIONES

XIII

Para el caminante sus huellas son un miembro más de su cuerpo: sienten y envejecen con él, necesitan cuidados amorosos. Pero también el bosque las reclama como suyas. Por eso yo le pido al ojo del bosque que vigile mis huellas, que no las abandone.
Las huellas tienen piel cansada y áspera, arrugas y cicatrices. Se han quedado a vivir en los caminos: son ellas ya también camino. Nunca pensé que algo tan mío, una parte de mi cuerpo, pudiera transformarse en un lugar de paso, en tierra de tránsito para los animales.
Son polvo y barro -como culaquier otra parte de mi mi cuerpo, pudiera transformarse en un lugar de mi cuerpo. El sol las hace fuertes, sí, pero también el frío. Y aunque solitarias por naturaleza, algunas viven siempre acompañadas, se diría incluso que cómodamente, por otras
huellas diferentes, que nunca han sido mías.
A veces las observo y sé cuánto las amo. Por eso yo le pido al ojo del bosque que las mire, que se apiade de ellas, ya que también son suyas -son una parte más del cuerpo de este bosque-, que proteja el camino donde ahora viven, donde yo las dejé sin miedo undía, confiadas.

DIAS DEL BOSQUE

DECLARACIONES

IX

Un río oscuro, lleno de palabras, cruza el bosque. De este antiguo idioma qué sabemos, por qué no lo apendimos. El ciervo es ciervo también de este fluir sin esperanza, de esta promesa incomprensible.
al pescador yo le pregunto por sus peces y él me dice los nombres. Le pregunto también a qué ha venido. No por los peces. (Sólo por el río).
El ciervo lava sus heridas, el pescador las suyas. Así renace una y otra vez el fuego de ese idioma saador que nadie habla.
Así fluye este rió de palabras oscuras.


X

Que busca compañía y nunca siente frio. Esto es todo lo que yo sé de mi alma: lo que me han dicho de ella quienes se la han encontrado alguna vez, siempe de noche, aquí en el bosque. Ya ellos me emito.
A Tomás, el paciene anillador, experto buscador de nidos. A Sebastián, quien sabe más que nadie de martas y ginetas. A Paula y Alberto, habitantes del amor nocturno. A mi padre que murió ya hace muchos años, aunque todavía le gusta ir al bosque a respirar aire puro. Y a Julia, la pintora irlandesa, que dcien que está loca.
Está bien que mi alma vaya al bosque, que la conozcan todos, Que aprenda a respirar de otra manera. Que ya no tenga miedo de si misma.



Así es, mi alma ya no tienen miedo de si misma. Mi alma está en paz con ella misma para dar cosas a la vida que estuvo esperando hace muchos años. Pero al final siempre se encuentra el alma de cada uno. Sólo hace falta trabajar con el corazón con ahínco después de pasar muchas vicisitudes en la vida para que el ama se encuentre a si misma. Entonces es cuando habrá llegado la felicidad a cualquier persona. Ahora mismo ya la te tengo en paz y preparada dar...

Giovanni

DÍAS DEL BOSQUE

DECLARACIONES

VI

Conocimiento de sí mismos no tienen los árboles. Así lo afirma Plinio y, mucho antes que él, Aristóteles. Nada impide suponer, sir embargo que no sean los árboles criaturas soñadoras.
Un día en el bosque, mientras Eric, el leñador, talaba un viejo pino, quise pensar que, después de todo, un útlimo sueño podría proporcionarle al árbol cierta concencia de sí mismo. Es decir: puede que el árbol soñara, en aquel instante último, que había sido un árbol.
Cuando se lo dije, Eric se echó a reir, pero también me conto que, en cierta ocasión, mientras empezaba a talar otro pino alto, también en este bosque, había percibido un rápido movimiento de sus ramas, como un temblor, algo parecido a un sobresalto, una breve agitación desconocida, si, un despertar del arból todo muy estraño.


VII

Nadie acompaña al caminante. Ni siquiera sus demonios lo acompañan cuado sale a caminar, cuando se adentra en el bosque.

Así es la soledad del caminane solitario. Así es el horizonte, nitido y virtuoso, de todos sus caminos.

Vicente Valero


El caminante sigue solo en estos momentos. Espera un día que una gran estrella le ilumine su gran corazón para no ir solo por las noches estrelladas y de luna llena. Vamos estrellas a que esperáis. El caminante que se hizo árbol sigue solo el camino que encontró hace un año. Ven a mí estrella. A lo mejor todavía estás iluminandote en algún lugar del mundo. Que la luz se te haga pronto en su totalidad para este caminante hecho árbol.

Giovanni

DÍAS DEL BOSQUE

DECLARACIONES

VII

Nadie acompaña al caminante. Ni siquiera sus demonios lo acompañan cuando sale a caminar, cuando se adentra en el bosque.

Así es la soledad del caminane solitario. Así es el horizonte, nitido y virtuoso, de todos sus caminos.