MI PADRE
Siento que siempre estás ahí.
Acompañándome todos los días.
El sentimiento es tan profundo
lleno de amor por ti que me distes
la vida. Que sentiré siempre
que será así en la vida como
en la muerte que te llevó antes
que a mí. Mas tal vez hemos de
encontrarnos en nuevo día, para
hablar de lo que no hablamos,
y de lo que no nos dijimos aquí.
Ahora mismo siento que estás.