10 de enero

El ritmo musical. Dale a tu vida el que necesite. Y en los momentos que lo necesites. Y en los que no. No le des. Solo el ritmo auténtico hará que tu mente se abra a lo que tenga que ser. Y sí con el ritmo musical auténtico le añades la auténtica poesía. Verás como tu alma brilla musicalmente. Sin saber, ni como es, lo que te sucede. Empieza siempre con el ritmo musical. Verdadero acompañado. Verás que es verdad que te sucederán sucesos en el alma insospechados. ¿Qué no te lo crees? Allí si no empiezas aprobarlo. Va a sucederte lo que no te sucedía anteriormente. Dale el ritmo necesario a tu vida en nuevo año.

jagv

 FUI ALLÍ

Fui allí.

Todo era silencio.

Después de lo que tocaba

a todos los que vivían en el lugar.

Aquel que la mayoría solo

se acuerdan de los dormidos

un día al año con sus flores.

O no.

Lugar de no vida.

Lugar que dicen, que  el descansado

allí ya no pasea por la vida haciendo

lo que hacía antes, bueno o malo.

Ahora allí todos igualitos, unos más

jóvenes, otros menos.

Mas todos pudriéndose.

Vivieron sus vidas.

Ahora descansan, si es que descansan

sus almas vagando por no sé sabe dónde.

Y al irme de allí con el silencio en mí.

Volví a donde el ruido impera

como ley de vida con las cosas o no cosas.

La vida misma.

Hasta que nos lleven allí, o no.

jagv