A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

domingo, 25 de julio de 2010

LAS ESTACIONES

UN CALUROSO MEDIODIA

Coros de grillos alborotan en la hierba seca
en la cuesta reseca, revuelo de saltamontes.
el cielo bulle y envuelve con flecos
blancos, lentamente, los montes lejanos.

Cruje por doquier lo quebradizo. En el bosque
de piedra ya parecen el helecho y el musgo;
clavado en la neblina del cielo desierto
los mira el sol de julio, blanco, sin rayos.

De puntillas pasa el tibio aire del mediodia.
Cansados, los ojos se cierran. Dormido,
el oído percibe sonidos anhelados, milagrosos,
las flautas de las tormentas que se avecinan.

Herman Hesse

¡Que calorrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!! Resistir, resistir, bebamos todo el agua que podamos que nos vamos a desidratar y nos esperan muchas cosas por vivir todavía. ¡A ser felices todo el mundo!!!

jueves, 15 de julio de 2010

CANTOS

MITAD DE LA VIDA

Con peras amarillas
y con rosas silvestres
el campo se inclina sobre el lago.
Oh cisnes rebosantes de gracia,
que ebrios de besos
sumergís las cabezas
en la sagrada lámina del agua.

Ay de mí, ¿dónde podré coger,
cuando el invierno llegue,
flores, y donde
el rayo de sol y la sombra en la tierra?
Se alzan los muros,
silenciosos, helados, y en el viento
chirrían las veletas.

Friedrich Hölderlin