EL ETERNO AMIGO
¡Oh, la mañana encontrada del domingo
con todo su silencio, silencioso, esperado!
¡Que beatitud más eterna!
Por eso por horas será lo que debería
ser cotidianidad, más que lo otro.
Por eso bendigo al silencio.
El eterno amigo de los creadores.
¡Oh, la ciudad dormida!
Y a mí me ha dejado el silencio.
¡Beatitud eterna!
© juan antonio garcía vidal