Para Alejandra Pizarnik
La descubrí sin querer.
Sin querer la descubrí
en el momento preciso
que tenía que venir para
ser amiga mía de alma
y de emociones por ser
poeta de anhelos sin
cumplir de amor queridos.
Vino a mí y la recibí
con mis brazos abiertos.
La quiero y la querré
por ser como es flor.
El parisino de París