Nadie es de aquí.
Nadie es de allá.
Todos somos de la tierra
y a ella nos debemos
con paz, amor, alegrías,
tristezas para el bien de todos.
Quien diga yo soy de aquí
y no soy de allá, no, somos
de todos los lugares donde
debe reina el amor y la paz.
El parisino de París