Vas al mar y todo lo
que allí te espera es
la paz de los momentos
frente a las olas grandes
o pequeñas. Es el mar...
donde la vida es posible
en él. Lo admiramos
como es él, tranquilo o
alborotado. Mas con el
calor él es nuestro salvador
por momentos y por eso
hemos de volver a él.
Mar, el mar, el mar, la mar.
El parisino de París
que allí te espera es
la paz de los momentos
frente a las olas grandes
o pequeñas. Es el mar...
donde la vida es posible
en él. Lo admiramos
como es él, tranquilo o
alborotado. Mas con el
calor él es nuestro salvador
por momentos y por eso
hemos de volver a él.
Mar, el mar, el mar, la mar.
El parisino de París