A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

viernes, 21 de mayo de 2010

CREPUSCULO

CREPUSCULO

Junto a la cuna aún no está encendida
la lámpara tibia que alegra y reposa
y se filtra opoca, por entre cortinas,
de la tarde triste la luz azulosa.

Los niños cansados suspenden los juegos,
de la calle vienen extraños ruidos,
en estos momentos, en todos los cuartos
se van despertando los duendes dormidos.

La sombra que sube por los cortinajes
para los hermosos oyentes pueriles
se puebla y se llena con los personajes
de los tenebrosos cuentos infatiles.

Flota en ella el pobre Rin Rin Renacuajo,
corre y huye el triste Ratoncito Pérez,
y la entenebrece la forma del trágico
Barba Azul, que mata sus siete mujeres.

En unas distancias enormes ignotas,
que por los rincones oscuros suscita,
anda por el prado el Gato con Botas
y el lobo que marcha con Caperucita.

Y, ágil caballero cruzando la selva
do vibra el ladrido funebre de un gozque,
a escape tendido va el Principe Rubio
a ver la Hermosa Durmiente del Bosque.

Del infantil grupo se levanta leve,
argentada y pura una vocecilla
que comienza: "Entonces se fueron al baile
y dejaron sola a Cenicientilla;

se quedó la pobre triste en la cocina,
de llanto de pena nublados los ojos,
mirando los juegos extraños que hacían
en las sombras negras los carbones rojos.

Pero vino el hada que era su madrina
le trajo un vestido de encaje y crespones
le hizo un coche de oro de una calabaza,
convirtió en caballos unos seis ratones,

le dio un ramo enorme de magnolias húmedas,
unos zapaticos de vidrio, brillantes,
y de un solo golpe de la vara mágica
las cenizas grises convirtió en diamantes".

Con atento oído las niñas la escuchan,
las muñecas duermen en la blanda alfombra,
medio abandonadas, y en el aposento
la luz disminuye, se aumenta la sombra.

¡Fántásticos cuentos de duendes y hadas,
llenos de paisajes y de sugestiones
que abrís a lo lejos amplias perspectivas
a las infatiles imaginaciones!

Cuentos que nacistéis en ignotos tiempos
y que vais, volando por entre lo oscuro
desde los potentes arios primitivos
hasta las enclenques razas del futuro.

Cuentos que repiten sencillas nodrizas
muy paso, a los niños, cuando no se duermen,
y que en sí ateoran del sueño poético
el íntimo encanto la esencia y el germen.

Cuentos más durables que las convicciones
de graves filósofos y sabias escuelas.
y que rodeasteis con vuestras ficciones
las cunas doradas de las bisabuelas.

¡Fantásticos cuentos de duendes y hadas
que pobláis los sueños confusos del niño,
el tiempo os sepulta por siempre en el alma
y el hombre os evoca con hondo cariño!

José Asunción Silva