Oh, allí lejano, ¿qué ves?
La felicidad que me llama.
Voy a su encuentro con todo.
Intensamente me llama con su luz
que me ciega mis ojos. Oh felicidad,
todos te buscan, todos creen tenerte.
Mas eres escurridiza por momentos.
Hacía ti me dirijo mi amiga.
El parisino de París