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32 estrellas han subido al cielo.
Treinta y dos hermanos, muchachos, jugadores se ha convertidos en estrellas. Brillarán por siempre en el cielo de la Vila Joiosa. Han hecho historia con la consecución de la permanencia del club en División de Honor. Todos han contribuido aunque hayan jugado sólo un minuto. Han tenido dos padres. Uno se marcho por circunstancias de vida (grande Omar Turcuman, siempre en el recuerdo. Algo es de él.). Otro llego (Bryce Bevi) y se hizo cargo del barco que navegaba por alta mar. Al principio hubo reticencias y grandes críticas con la llegada del nuevo padre. Pero él con cariño, experiencia y amor por el club los ha llevado a estar en el cielo. Él poco a poco les convenció y alentó que el gran sueño (la permanecía) era posible. Cuantos sinsabores y tristezas durante meses pero al final se ha conseguido. Todo con trabajo, trabajo, paciencia, paciencia se puede conseguir en la vida. Sólo hay que creer en ello. Si volvemos la vista atrás hace un mes estábamos los últimos y ahora somos séptimos y con una ventaja lejos del puesto de descenso y de la promoción. Algo hecho realidad en estos momentos. Ahora aspiramos hasta quedarnos quinto o cuartos. Increíble.
Ahora vamos a cambiar las palabras que se han odio durante meses en el pantano y en el foro por unas nuevas hasta la temporada que viene que vuelvan (no sé si volveré).
¡BRAVO MIS HERMANOS! Que el caminar de la vida siempre os lleve luz a vuestras vidas.
Repartir siempre luz a los niños y jóvenes que se inicien en ese bello deporte llamado Rugby.
Espero ver un día jugar a mi equipo en un jardín. Creo que nos merecemos también un campo de entrenamiento. Aunque sea más pequeño que el Estadio Municipal de Rugby de la Vila Joiosa.
Por último: ¡BRAVO, MIS HERMANOS!
