A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

lunes, 31 de mayo de 2010

PSICOTERAPEÚTICA

PSICOTERAPÉUTICA

Si quieres vivir muchos años
y gozar de salud cabal,
ten desde niño desengaños,
practica el bien, espera el mal.

Desechando las convenciones
de nuestra vida artificial,
lleva por regla en tus acciones
esta norma: ¡lo natural!

De los filósofos etéreos
huye la enseñanza teatral
y aplícate buenos cauterios
en el chancro sentimental.


José Asunción Silva

cauterios=remedios
chancro=amor

sábado, 29 de mayo de 2010

LA RESPUESTA DE LA TIERRA

LA RESPUESTA DE LA TIERRA

Era un poeta lírico, grandioso y sibilino,
que le hablaba a la tierra una tarde de invierno
frente a una posada y al volver de un camino:
-¡Oh madre, oh tierra!-díjole- en tu girar eterno
nuestra existencia efimera tal parece que ignora.
Nosotros esperamos un cielo o un infierno
sufrimos o gozamos en nuestras breves horas,
e indiferente y muda tú, madre sin entrañas,
de acuerdo con los hombres no sufres y no lloras.
¿No sabes el secreto misterioso que entrañas?
¿Por qué las noches negras, las diáfanas auroras?
Las sombras vagarosas y tenues de unas cañas,
que se reflejan lividas en los estanques yertos,
¿no son como conciencias fantásticas y extrañas
que les copian sus vidas en espejos inciertos?
¿Qué somos? ¿A do vamos? ¿Por qué hasta aquí vinimos?
¿Conocen los secretos del más allá de los muertos?
¿Por qué la vida triste e inútil recibimos?
¿Hay un oasis húmedo después de estos desiertos?
¿Por qué nacemos, madre, dime, por qué morimos?
¿Por qué? - Mi angutia sacia y a mi ansiedad contesta.
Yo, sacerdote tuyo, arrodillado y trémulo,
en esta soledades aguardo la respuesta.

La tierra, como siempre, displicente y callada
al gran poeta lírico no le contesto nada.


José Asunción Silva

Somos tierra y en tierra nos convertirmos. Mientras, vivamos en nuestra tierra felices con nuestra estrella sol que nos da la vida para vivirla. Es lo más hermoso que tenemos. Nuestra vida que nos dieron a sangre y fuego nuestras madres.

viernes, 28 de mayo de 2010

PSICOPATIA

PSICOPATIA

El parque se despierta, rie y canta
en la frescura matinal... La niebla,
donde saltan aéreos surtidores,
de arcos iris se puebla
y en luminosos velos se levanta.
Su olor esparcen entrearbiertas flores,
suenan en las ramas verdes pío pío
de los alados huspedes cantores,
brilla en el césped húmedo el rocío...
¡Azul el cielo! ¡Azul!... Y la suave
brisa que pasa, dice:
¡Reid! ¡Cantad! Amad! ¡La vida es fiesta!
¡Es calor, es pasión, es movimiento!
Y forjando en las ramas una orquesta,
con voz grave lo mismo dice el viento
y, por el entre el sutil encantamiento
de la mañana sonrosada y fresca,
de la luz, de las yerbas y las flores,
pálido, descuidado , soñoliento,
sin tener en la boca una sonrisa
y de negro vestido
un filósofo joven se pasea,
olvida luz y olor primaverales,
e impertérrito sigue en su tarea
de pensar en la muerte, en la conciencia
y en las causas finales.
Lo sacuden las ramas de azalea,
dádonle el aire el aromado aliento
de las rosadas flores,
lo llaman unos pájaros, del nido
do cantan sus amores,
y los cantos risueños
van por entre el follaje
estremecido
a suscitar voluptuosos sueños
y él sigue su camino, triste, serio
pensando en Fichete, en Kant, en Vogt, en Hegel,
¡ y del yo complicado en el miserio!

La chicuela del médico que pasa,
una rubia adorable, cuyos ojos
arden como una brasa,
abre los ojos húmedos y rojos
y le pregunta al padre; enternecida...
-Aquel señor, papa, ¿de qué está enfermo,
que tristeza le anubla así la vida?
Cuando va a casa a verle a usted, me duermo;
tan silencioso y triste... ¿qué mal sufre?...

... Una sonrisa el profesor contiene,
mira luego una flor, color de azufre,
oye el canto de un pájaro que viene,
y comienza de pronto, con descaro...
-Ese señor padece un mal raro
qie ataca rara vez a las mujers
y poca a los hombres..., ¡hija mia!
Sufre ese mal: ... pensar...; es la causa
de su grave y sutil melancolía...
El profesor después hace una pausa
y sigue... -En las edades
de bárbaras naciones,
serias autoridades
curaban ese mal dando cicuta,
encerrando al enfermo en las prisiones
o quemándolo vivo... ¡Buen remedio!
Curación decisiva y absoluta
que cortaba de lleno la disputa
y sanaba al paciente... Antes... Ahora
el mal reviste tantas formas graves,
la invasiión se dilata aterradora
y no lo curan polvos ni paisajes;
en vez de prevenirlos los gobiernos
lo riegan y estimulan,
tomos gruesos, revistas y cuadernos
revuelan y circulan
y dispersan el germen homicida...
El mal, gracias Adios, no es contagioso
y lo adquieren muy pocos en la vida,
sólo he curado a dos... Les dije:
" Mozo, vayase usted a trabajar, de lleno,
en una fragua negra encendida
o en un bosque espesísimo y serenos;
machaque hierro hasta arrancarle chispas
o tumbe viejo troncos seculares
y logre que lo piquen las avispas;
si lo prefiere usted, cruce los mares
de grumete en un buque, duerma, coma,
muévase, grite, forcejee y sude,
mire la tempestad cuando se asoma,
y los cables de popa ate y anude
hasta hacerse diez callos en las manos
y limpiarse de ideas el cerebro..."
Ellos lo hicieron y volvieron sanos...
"Estoy tan bien doctor..." -Pues lo celebro!
Pero el joven aquél es caso grave,
como conozco pocos,
más que cuantos nacieron piensa y sabe;
ira a pasar diez años con los locos
y no se curará sino hasta el día
que duerma a sus anchas
en una angusta sepultura fría,
lejos dle mundo y de la vida loca,
entre un negro ataúd de cuatro planchas,
¡con un montón de tierra entre la boca!

José Asunción Silva


Que no nos pase esto de tanto pensar. Cuando haya que pasárselo bien pues a pasárselo que sólo tenemos una vida y hay que ser todo lo posible feliz en ella.

viernes, 21 de mayo de 2010

CREPUSCULO

CREPUSCULO

Junto a la cuna aún no está encendida
la lámpara tibia que alegra y reposa
y se filtra opoca, por entre cortinas,
de la tarde triste la luz azulosa.

Los niños cansados suspenden los juegos,
de la calle vienen extraños ruidos,
en estos momentos, en todos los cuartos
se van despertando los duendes dormidos.

La sombra que sube por los cortinajes
para los hermosos oyentes pueriles
se puebla y se llena con los personajes
de los tenebrosos cuentos infatiles.

Flota en ella el pobre Rin Rin Renacuajo,
corre y huye el triste Ratoncito Pérez,
y la entenebrece la forma del trágico
Barba Azul, que mata sus siete mujeres.

En unas distancias enormes ignotas,
que por los rincones oscuros suscita,
anda por el prado el Gato con Botas
y el lobo que marcha con Caperucita.

Y, ágil caballero cruzando la selva
do vibra el ladrido funebre de un gozque,
a escape tendido va el Principe Rubio
a ver la Hermosa Durmiente del Bosque.

Del infantil grupo se levanta leve,
argentada y pura una vocecilla
que comienza: "Entonces se fueron al baile
y dejaron sola a Cenicientilla;

se quedó la pobre triste en la cocina,
de llanto de pena nublados los ojos,
mirando los juegos extraños que hacían
en las sombras negras los carbones rojos.

Pero vino el hada que era su madrina
le trajo un vestido de encaje y crespones
le hizo un coche de oro de una calabaza,
convirtió en caballos unos seis ratones,

le dio un ramo enorme de magnolias húmedas,
unos zapaticos de vidrio, brillantes,
y de un solo golpe de la vara mágica
las cenizas grises convirtió en diamantes".

Con atento oído las niñas la escuchan,
las muñecas duermen en la blanda alfombra,
medio abandonadas, y en el aposento
la luz disminuye, se aumenta la sombra.

¡Fántásticos cuentos de duendes y hadas,
llenos de paisajes y de sugestiones
que abrís a lo lejos amplias perspectivas
a las infatiles imaginaciones!

Cuentos que nacistéis en ignotos tiempos
y que vais, volando por entre lo oscuro
desde los potentes arios primitivos
hasta las enclenques razas del futuro.

Cuentos que repiten sencillas nodrizas
muy paso, a los niños, cuando no se duermen,
y que en sí ateoran del sueño poético
el íntimo encanto la esencia y el germen.

Cuentos más durables que las convicciones
de graves filósofos y sabias escuelas.
y que rodeasteis con vuestras ficciones
las cunas doradas de las bisabuelas.

¡Fantásticos cuentos de duendes y hadas
que pobláis los sueños confusos del niño,
el tiempo os sepulta por siempre en el alma
y el hombre os evoca con hondo cariño!

José Asunción Silva

jueves, 20 de mayo de 2010

MUJER LEYENDO

MUJER LEYENDO

Admirar es el verbo
que dice en su doblez
lo que despierta en mí tu quieta pose.
Esa misma doblez está en tus pechos
porque elevas el libro y lo sostienes
juntando bien los brazos, plegando bien la atención.
Me tienta imaginar el personaje
al que estás abrazado, en qué adjetivos
prefieres detenerte. Me entretengo
calculando la pausa, la cadencia
con que pasas páginas: sonrío
al comprobar que eres una lectora lenta,
con rodeos de asombro o de pregunta.
Quién pudiera de ti recibir esos ojos
con el mismo deseo, con identica hondura.
Eres lo que hace falta. Belleza meditando.
Carne con su temblor y sus sintaxis.
Ese lugar en que la inteligencia
y sensualidad se hace un nudo.


Andrés Neuman