Oh fortuna, no soy nada
y nada en ti busco.
Solo amo las palabras
desde que las encontré
escritas por los poetas.
Nada de ti espero, solo
que me ilumines en mi
soledad para que el amor
no me abandone en
mis tristezas y en mí,
la luz siga. No quiero nada.
El parisino de Paris