TARDE DE JULIO
Una tarde donde el aire amaina.
Una tarde donde las nubes
han desaparecido para no dar
paso más a la humedad que reinaba.
Y dar respiro a los caminantes
y a los que no caminan veraniegamente.
Verano y sus respiros después
de horas infernales como fuego
que ha sido desde el éter
con su estrella potencial.
De a poco desaparecerá
por el horizonte de un continente
todo lleno de historia de toda
índole que tal vez no sepa
hacia donde camina por momentos.
© Juan Antonio García Vidal