A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

lunes, 12 de marzo de 2012

CUANDO hace frío en el tiempo, para mí es como si hiciese
bueno,
porque a mí ser, adaptado a la existencia de las cosas
lo natural es agradable sólo por ser natural.

Acepto las dificultades de la vida porque son el destino,
como acepto el frío excesivo en el crudo invierno:
tranquilamente, sin quejarme, como quien acepta simplemente
y encuentra motivos de alegría en el hecho de aceptar,
en el hecho sutilmente científico y difícil de aceptar lo natural
inevitable.

¿Qué son para mí las enfermedades o el mal que me asalta
sino el invierno de mi persona y de mi vida?
El invierno irregular, cuyas leyes de llegada desconozco,
pero que existe en mí en virtud de la misma sublime fatalidad,
de la misma inevitable exterioridad a mí,
como el calor de la tierra en lo más duro del verano
y el frío de la tierra en pleno invierno.

Acepto por personalidad.
Nací, como todo el mundo, sujeto a errores y a defectos,
pero nunca al error de querer comprender en demasía,
pero nunca al error de querer comprender sólo con la
inteligencia.
Nunca al defecto de exigir al mundo
que fuese algo distinto.

Alberto Caeiro