CAFÉ CON SUS CHURROS
Entra en la cafetería.
Se sienta en solitario en mesa.
Pide un café y dos churros.
Coge el periódico del día.
Pasa que pasa páginas.
Hasta ponerse a leer
lo que le interesa.
Para un momento.
Sorbe el café y come.
Solitario sigue en su mesa
a la suyo observando
lo que pasa de vez en cuando
a su alrededor, para ver si
luego algo le interesará
para escribir el poema.
Al paso del tiempo termina.
Abona lo suyo y se va.
El tiempo establecido que se
dio, se ha ido para no volver.
Solo estaba pasando el tiempo
para volver a los libros dejados.
juan antonio garcía vidal