A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

viernes, 1 de enero de 2010

POEMAS A LA NOCHE

[POETA, DI, ¿QUÉ HACES?]

Poeta, di, ¿qué haces?
-Yo celebro.
Pero lo monstruoso y lo fatal,
¿cómo es que lo soportas y cómo lo toleras?
-Yo celebro.
¿Más cómo invocas tú
lo anónimo y todo lo indecible?
-Yo celebro.
¿Qué haces para tener derecho a ser veras
detrás de cada máscara, con cada traje? -dime.
- Yo celebro.
Mas todavía di. ¿por qué conoces
el ímpetu y la calma, la tormenta y la estrella?
-Porque yo los celebro.

Muzot, diciembre de 1921

Rilke

POEMAS A LA NOCHE

BAUDELAIRE

Sólo el poeta ha unificado el mundo
que en cada uno de nosotros se dispersa.
De modo inaudito testimonió lo bello,
pero supo también celebrar sus tormentos,
concediendo a la ruina infinita pureza:

y hasta volviendo mundo lo que nos aniquila.

Schlob Berg, abril de 1921

Rilke

POEMAS A LA NOCHE

[FRAGMENTO DE ELEGÍA]

¿Debo yo celebrar las ciudades supervivientes, grandes
constelaciones de la tierra (que atónito admirará)?
Porque a celebrar sólo está dispuesto
mi corazón: inmenso entiendo el mundo.
Y hasta mi queja misma se torna en alabanza
frente al gemido del corazón.
Que no me diga nadie que no amo el presente,
pues en él yo me agito, el me conduce,
me regala el día amplio y para que haga uso de sus horas
me da la más antigua jornada de trabajo.
Magnánimo, concede que sobre mi existencia sean lanzadas
noches que nunca han sido.
Poderosa, su mano se cierne sobre mí
y aún sin ella por fuerza del destino me llevará a lo hondo,
sumergido allí abajo probaría a respirar.
Aunque ínfima fuera mi tarea
cantaría el presente. Pero más que cantarlo, yo supongo que
él quiere
que vibre como él. Antaño resonaban la voz de los poetas
en los campos de batalla. Pero qué es una voz
frente al zumbar reciente de la acción del metal
en el que este tiempo se debate
contra el futuro que le está saltando.
Invocación tampoco necesita: su rumor de combate
a sí mismo se acalla para el canto.
Dejadme mientras, pues, mantenerme delante de este
transcurrir;
y nunca acusador, sino de nuevo os digo, admirativo.
Y si algo se hunde delante de mis ojos
y quizás me conmueve y me lamento, que no os suene a
reproche.
¿Por qué los pueblos jovenes no deberían huir para su avance
de aquello que a menudo enterrara en la ruina ignominiosa
a pueblos ya marchitos? Debéis saber que la miseria sería la
grandeza
si fueran suyos tales miramientos.
A aquel que nunca más ya los palacios, la audacia de jardines,
y el flujo y el reflujo de las antiguas fuentes nunca más,
o aquella contención de las imágenes
o la presencia eterna de las estatuas nunca, nunca más
el alma le conmueva y lo transforme,
que se aleje de ellos y que cumpla su día de trabajo
pues a ése lo inmenso está acechándole
en cualquier otro lado: lo asaltará y habrá de defenderse.


Duino, finales de enero de 1912
Ámbito de las Elegías de Duino
(Escrito entre la primera y la Segunda Elegía)

Rilke


[PUES DECIMOS QUE SOMOS...]

Pues decimos que somos, que existimos,
nos perturba vivir de imágenes tan sólo
y a veces gustaríamos de hurtar con fieras garras
algo de realidad e impregnarnos de ella:
de tanteos, fragmentos, urdir una presencia

París. agosto de 1907

Rilke