EN LA NEVERA LOS TOMATES
Los tomates en la nevera.
Como siempre después de jueves.
Allí esperando como tantas otras
Y que desaparezcan con el tiempo.
Eso son los alimentos, y todo lo
demás que va y viene como los días
que hacen que ahora me crujan las rodillas
y que me falte un riñón por mor de la vida.
Es así como será, lo que vendrá.
Claro que le tengo miedo.
Y más, si viniera con grandes dolores
a los que temo más, que a la propia.
Si hay un Dios, espero merecerme
que cuando llegue el día, o los
anteriores, sea como un sueño de lo
más placido para irme de aquí.
Solo temo al dolor.
No quiero morir en un lugar donde
pasan de ti olímpicamente y sin humanidad.
juan antonio garcía vidal