Cortesana me despreciaste.
Me diste aliento cuando no lo tenía.
Creí que habías llegado.
Todo al final fue un espejismo.
Dejándome de nuevo ante la vida.
A la espera de lo que creía haber
encontrado en su momento.
Pero tenia que vivir muchos más.
Contigo viví lo que no había vivido
y creía que podía llegar a vivirlo.
Ahora sé que no tenia que ser.
Pues, para llegar a ser de verdad.
Hay que conocer. Hasta llegar a ser.
juan antonio garcía vidal