A todos los que entreis en mi blog.

Sólo deciros que busquéis la belleza que hay en las pequeñas cosas de la vida como por ejemplo: una canción, un poema, un sueño... Es lo único que nos quedará dentro de nuestra mente. Ya que vivimos todavía en este asqueRoso mundo. Donde aún permitimos que los niños se mueran de hambre porque no tienen comida para darle sus madres. ¡ES UNA VERGUENZA! Todos debemos intentar hacer algo por ellos, aunque sea una mínima ayuda, cada uno con lo que pueda, ya sabemos que todo se mueve con el asqueroso dinero. Constribuyamos con lo que podamos. Ellos nos lo agradecerán.
"Buscad la belleza porque es la única forma de vivir en este asqueroso mundo". Qué a la misma vez es bello.
Adios a todos los amigos y amigas que veáis mi blog. Que el transcurrir de vuestras vidas o traiga grandes alegrías. Siempre después de las tristezas llega la luz. Sólo hace falta resisitir. Ya lo dice el poeta "Rainer Maria Rilke". Poeta de lo visible a lo invisible. "Estar aquí es maravilloso". Vamos a aprovecharlo una vez que nos han dado la vida.

LA VIDA

MAS DE QUE SIRVEN NUESTRAS VIDAS
SI NO ENRIQUECEN A OTRAS VIDAS

José Hierro

martes, 28 de febrero de 2012

LOS PERROS ROMÁNTICOS

LLUVIA

Llueve y tú dices es como si las nubes

Lloraran. Luego te cubres la boca y apresuras

El paso. ¿Cómo si esas nubes escuálidas lloraran?

Imposible. Pero entonces, ¿de dónde esa rabia,

Esa desesperación que nos ha de llevar a todos al diablo?

La naturaleza oculta algunos de sus procedimientos

En el Misterio, su hermanastro. Así esta tarde

Que consideras similar a una tarde del fin del mundo

Más pronto de lo que crees te parecerá tan sólo

Una tarde melancólica, una tarde de soledad perdida

En la memoria: el espejo de la Naturaleza. O bien

La olvidarás. Ni la lluvia, ni el llanto, ni tus pasos

Que resuenan en el camino del acantilado importan.

Ahora puedes llorar y dejar que tu imagen se diluya

En los parabrisas de los coches estacionados a lo largo

Del Paseo Marítimo. Pero no puedes perderte.


Roberto Bolaño

11 de noviembre

No quiero ver a nadie. Necesito soledad. Desearía estar en un lugar soleado o en una clínica. Dormir bien, tener un florero con violetas frescas, fumar poco y beber limonada. No llorar ni reír. Tomar en serio mis apuntes y mis libros. ¡Oh, cómo deseo vivir solamente para escribir!

No sé por qué estúpida idea se me ocurre que cuando tenga la máquina de escribir, mis novelas “saldrán solas”.

K. Mansfield dice: “No vivo más que para escribir”. “La gente no me importa. La idea de la gloria y del éxito no es nada, menos que nada.” Luego escribe una novela y la envía al día siguiente para ser publicada.

Acabo de recibir una carta de A. R. en la que me dice honestamente, que no entiende mis versos. Me ruega que se los explique. Sonrío tristemente. Y a mí, ¿quién me los puede explicar? No sé de de dónde han surgido ni como. Han sido momentos aislados y mágicos, que me raptaron de estos odiados tiempos y espacio, y me sentaron en una nebulosa de arena sobre lo que escribir lo que un ángel, un poco travieso, quiso dictarme.

Pero ¿cómo decirle a A. R. que no he sido yo la tutora (o la culpable) de esas palabras inhumanas? Rilke decía: “La mayor parte de los acontecimientos son indecibles”.

Alejandra Pizarnik, de sus diarios.