PERLA
Buceando en el océano
de corales rojos. Sí, allí
a no mucha profundidad,
encontré una perla de lo más
blanca que se pueda ver y sentir
Blanca de pureza, de humildad,
observándola aún más toda ella
llena de paciencia con su blancura
destellante, No dejaba de mirarla.
Perla, perla, perla, volviendo a
observarla la encontré llena de amor.
¡Perla, perla, y por fin me di cuenta que
la sabiduría a través de los años es ella.
¡Perla, perla, de lo más blanca!
El parisino de París