EL GORRIÓN PLAYERO

Allí que llegó todo él

garboso, y se puso bien

arriba en la silla mirando.

¡Al mar!

¡Al mar!

Sin solicitar permiso al

dueño de la silla playera.

¿Sería uno de los cuatro

del otro día, o nuevo?

Lo que sí sé, es que allí

llegó él para mirar el

horizonte del mar.

Después de segundos

cogió vuelo y desapareció

libre como debe ser de libre

rodeado todo él de humanos.

¿Cuánto vivirá libre entre los susodichos?

No es fácil la vida para los gorriones

y para lo que no son pájaros, mas vuelan.

© Juan Antonio García Vidal

Aunque me alimente de lo que me tenga que alimentar y me de vida para vivir aquí. Si he de llorar en el poema. Lloraré todas las veces que haga falta. Después de llorar en el silencio me secaré las lágrimas para continuar hasta el fin. Yo no haré nunca el fin. Solo el fin sabrá cuando llegará en el poema.

© Juan Antonio García Vidal

MALDITO SER

Luces fuera o todavía no.

Para leer al poeta que

rugió desde America,

con todas sus palabras

para escribir al maldito

spleen. Misterioso cuando

llega y paralizante por momentos,

para de a poco irse marchando,

cuando avanza el día después de

la nocturnidad donde se esconde.

El más misterioso misterio del alma

humana y más del creador poeta.

Spleen, no vengas por mí.

Si has de venir, vete más pronto

que tarde paralizante ser.

Del creador al que no crea.

Spleen, siempre he de escupirte

a ti ser maldito paralizante.

¡Seas maldito!

© Juan Antonio García Vidal

TARDE VERANIEGA QUE SE VA

Se va, se va, la tarde veraniega.

Veo como se va, desde donde estoy.

Y al irse marchando, una menos

quedará del verano que estamos.

Para disfrutar, y no de lo que conlleva

todo, de la época de ahora

que vivimos en una parte del mundo.

Es lo que toca.

Al irse vendrá la veraniega noche.

Con lo que vendrá en su cielo.

© Juan Antonio García Vidal

Hay que prestarle atención a lo que se le debe prestar. Pero es tanto el desvarío que hay. Que a veces me duele la cabeza de tanto ver el desvarió que hay. Tantos sin darse cuenta ni querer saber nada del desvarío. Solo se preocuparán del desvarío cuando le toque a su puerta. Abra. Y diga: Hola, soy el desvarío.

© Juan Antonio García Vidal

¡Patético hermano! Sí, patético lo que se ve para no sentir. Tan patético que dan ganas de llorar a veces de tanto patetismo existente por tantos lugares. ¡Patético hermano! Hay que salir con escafandra para que lo patético no te contamine. De las de ahora con oxigeno incorporado. Hermano, el patetismo te lo puedes encontrar en cualquier lugar, momento o al doblar la esquina. ¡Patético hermano!

© Juan Antonio García Vidal

 Aunque me alimente de lo que me tenga que alimentar y me de vida para vivir aquí. Si he de llorar en el poema. Lloraré todas las veces que haga falta. Después de llorar en el silencio me sacaré las lagrimas para continuar hasta el fin. Yo no haré nunca el fin. Solo el fin sabrá cuando llegará en el poema.

© Juan Antonio García Vidal

 LA MARIPOSA PLAYERA

Apareció por alli sin querer queriendo.

La mariposa.

No es su lugar de hábito.

Pero allí apareció toda garbosa

despistada por la arena playera.

¿A qué fue allí?

¿A dejar algo?

¿A traer noticias?

¿A decir que la playa le encanta

para quitarse el calor?

La mariposa.

Así sucedió.

Intente cogerla.

Mas la mariposa libre

saltando entre la posidonia

se fue libre como llegó.

¿No sería un ángel disfrazado

de mariposa playera?

© Juan Antonio García Vidal

 LA MARIPOSA PLAYERA

Apareció por alli sin querer queriendo.

La mariposa.

No es su lugar de hábito.

Pero allí apareció toda garbosa

despistada por la arena playera.

¿A qué fue allí?

¿A dejar algo?

¿A traer noticias?

¿A decir que la playa le encanta

para quitarse el calor?

La mariposa.

Así sucedió.

Intente cogerla.

Mas la mariposa libre

saltando entre la posidonia

se fue libre como llegó.

¿No sería un ángel disfrazado

de mariposa playera?

© Juan Antonio García Vidal

aquellos ojos

solo miran y

mirarán solo

para el amor

lo otro que

miran solo

es para ver

© Juan Antonio García Vidal

EL AMOR

El amor. 

¡Ay el amor!

Deseo que traspasa fronteras.

¡Ay el amor, de alma y carne! 

¡Ay el amor! 

Lejano y cercano

Cercano y lejano

¡Ay el amor! 

De los amantes amándose. 

¡Fuego el amor! 

© Juan Antonio García Vidal

 A veces, a veces, como ahora me venia un pensamiento que era diabólico, como no lo era. Mejor en la madrugada con el trino de los pájaros vagar por la ciudad. Cuando todo el mundo está dormido o casi. Tendrás toda la cuidad para ti solo.

© Juan Antonio García Vidal

 UN DÍA MÁS AQUÍ

Y lo pájaros empezaron

a trinar cuando era noche.

Y al ser noche. Que ya no es.

El día aquí de nuevo.

EL misterio de la vida.

Yo con él de nuevo.

Un día más me da

© Juan Antonio García Vidal

 NO TE ESCONDAS

¡Llora! No te escondas.

Si tienes que llorar por la vida

que se fue. ¡Llora! Y no dejes

de llorar hasta que tus lagrimas

no queden más dentro de ti.

Debido que el amor se fue.

¡No importa!

El llorar hará vaciar toda tu

angustia, para un día volver

a la vida con más por vivir.

¡Llora! Pero no lo hagas ante

el precipicio. La vida vale más

que cualquier lloro por amor.

Al llorar, de tanto llorar.

Un dia verás luz plena.

¡Que no has de llorar!

Esta vez vas a llorar de amor.

Debido que el auténtico descubriste.

© Juan Antonio García Vidal

 AMANECERÁ

Amanecerá después de la noche

llena de estrellas con su luna y

silencio que nos embarga el alma.

Al amanecer todos los sobrevivientes,

daremos gracias a que estamos

de nuevo aquí para vivir lo que

la alegría nos va a deparar

en el nuevo día que estamos

por vivir con más paz por

dar gracia al nuevo dia que nos

recibirá, todo lleno de su amor.

© Juan Antonio García Vidal

 CUATRO

cuatro gorriones

cuatro saltarines en la playa

por la arena. uno era joven.

allí estuvieron tiempo no mucho

saltando distraídos buscando

comida para sobrevivir.

cuatro gorriones.

© Juan Antonio García Vidal

 ETERNIDAD DE AMOR 

Podrá lo que se puede;

todo lo que se quiera

podrá pasar, como que el

Infierno lance a sus demonios

contra mí con todos sus fuegos.

Pero yo con mi amor rechazaré

todo lo que tenga que rechazar,

y sobre todo el fuego de sus demonios.

Para que prevalezca mi amor por ti.

© Juan Antonio García Vidal

 "Date cuenta que detrás de ti hay muchas flores esperándote. La que está al final del precipicio, ¿sabes cuál es que te quiere engañar con su belleza y su olor? Así que deja que venga cuando tenga que venir. Usted no vaya a por ella antes de tiempo. Ella sabe cuando vendrá por usted. Ahora engáñela todo lo que pueda y subirá días antes que venga. ¿Por qué venir vendrá? Mas no adelante usted su venida".

© Juan Antonio García Vidal

 "Las fiestas más especiales con los amigos de lo más. Las encontrarás dentro de ti. Las otras fiestas son, pero no las especiales. Las primeras las podrás descubrir con el tiempo o nunca".

©Juan Antonio García Vidal

 (Y me dice : Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.)

(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)

Alejandra Pizarnik

CANTAR

Cantar lo que se dice cantar.

La mayoría canta afuera del poema.

Hasta se atreven a cantar de lo que no saben.

Mas a ellos eso de cantar les encanta;

y se sienten cantado a las mil maravillas

en su canto. No hay que decirles que

no canten. Pero si han de cantar afuera

del poema. Que se lo piensen antes

de cantar lo que tengan que cantar.

Otros intentan cantar en el poema.

Para ver si su canto llega dónde tiene

que llegar. En una tarea titánica del

dia a dia por el cambio cantando

© Juan Antonio García Vidal

 "Salir a un balcón despuntando el alba por el horizonte y ver la luna, las estrellas, oír los primeros pájaros cantando. Eso es la vida. Y al estar con ella, es estar vivo. No hay más. Todo lo demás es lo que vendrá cuando toque con su guadaña la muerte".

© Juan Antonio García Vidal

 LOS CANTORES

Ellos siguen cantando.

cantando siguen ellos

de buena mañana

ahora mismo.

hasta que dejarán

de cantar para volver

los que queden y no

se hayan muertos

por el cloro tal vez

de piscinas indiscriminadamente

ellos los anunciadores de la vida

todos los dias. más en primavera

y en verano para avisarte

de que vivo estás aún.

si no oyes sus cantos.

fin del asunto.

© Juan Antonio García Vidal

 MI PIPA

Con mi pipa soy feliz.

Miro a la lejanía.

Allí donde el horizonte

lejano, cada día está

más cercano para el soñador.

Lejano lo es.

Mas yo con mi pipa

miro, mirando lo posible.

Y si no lo es.

Que me importa.

Si al mirar me acompaña

el silencio, mi amigo.

© Juan Antonio García Vidal

POR MOMENTOS

Por no entender.

Por momentos

me pongo triste

de buena mañana

o a otras horas.

Por no entender

a parte de la raza

humana y sus vidas.

Monótonas por no

entenderlas como son.

© Juan Antonio Garcia Vidal 

 MI AMIGA

Abandonada tengo a mi amiga.

Tan abandonada que reclamándome

está la pobre sollozando toda.

"Todos vienen a verme.

Tú mi amigo aún no has venido.

¿Cuándo vendrás?

Estoy esperando para darte

todo mi amor y refrescarte.

Ven mi amigo.

Mi amigo ven".

Y siguió llorando.

Hasta ella sabe

que pronto ire a verla.

Con todo mi amor.

© Juan Antonio García Vidal