DESDE MI ATALAYA
Miro a la lejanía desde mi atalaya veraniega.
El sol se ha marchado por el horizonte a otras tierras.
Aquí ha venido la noche y sus misterios.
harán su aparición en los árboles que veo en lejano.
Es todo lo que conlleva el verano con su calor
que nos asfixia por momentos sin dejarnos vivir.
Es lo que toca. Pero por momentos duro es..
Es la estación que muchos anhelan para ir al mar.
Ahora mismo volveré a la atalaya de mi castillo
donde el poco viento nocturno me refrescará.
Hasta que el cansancio me venza y vaya al descanso.
Para volver al nuevo día de la estación que estamos.
Señor, no te olvides de mi y cuida mi sueño y de los seres
queridos que amo y de todo los de buena vecindad.
Por hoy el poema cierra el día que se convirtió en noche.
juan antonio garcía vidal