VOLVÍA A ESCUPIRLE A LA CARA
Y no sé cuantas veces,
ya le escupí a la muerte.
Para luego volver a renacer
con más vida, cuando aquella
quería volver, la estúpida.
Mirarla, cara a cara, cuando
volvió asomarse y pasearse
por los alrededores de mi vida.
Para decirle, no es ahora el momento
muerte descerebrada. Ya será el tuyo.
Pero ahora nuevamente no ha sido.
La vida ahora más que al muerte.
El parisino de París