EL VENT
I si sols fora el vent.
Qui ens tornarà boigs,
de tant en tant, per amar
les onades que arriben a
la platja imaginària, a on
tot es possible i res...
El parisino de París
FRENTE AL MAR
Frente al mar.
Hay una mujer.
Mirando el azul del mar.
Y pensando en sus pensamientos.
¿Qué estará pensando la mujer del sombrero?
Estará pensando en lo que pudo ser.
Y no fue en su momento.
Y siguió pensando la mujer del sobrero.
¿O el mar frente a la mujer?
Lo único que sabemos es que la mujer
lleva sombrero, puesto por el pintor.
jagv
Cuadro de pintor, Serafín Santiago Arillo
PRÓXIMA ESTACIÓN
Próxima estación:
dejar el sufrimiento
para la próxima vez.
que con ésta ya hemos
tenido bastante, como
fueron las otras que se fueron.
Próxima estación:
volver a vivir la vida.
Que la vida sin sufrimiento
es la auténtica vida, y no
la otra, cuando sin saber
el qué, y el por qué fue
otra vez, después de tantas.
jagv
AGRADECIDO
Un día podrían darme
la enhorabuena, o no.
¿Quién sabe?
El tiempo pone a
cada uno en su lugar.
Yo solo sé que cuando
un poeta le da al teclado.
Ya me encuentro agradecido.
Y me creo, que no sé si lo
soy como él, que si lo es.
Tal vez me comprenda,
porque es un poeta
español con grandes libros.
El parisino de París
LA CASA
La casa que ya no es casa.
Para los que vivieron allí.
La casa en el mismo lugar.
Pero no es casa que fue.
Por momentos, los recuerdos.
Mientras seguirá allí al pasar.
La casa que fue, y ya no es.
Podría ser que aniden almas.
Los que la tuvieron, ya no, o sí.
Mientras al pasar estará la casa.
El parisino de París
PALABRAS
¿Sin palabras cómo hemos de vivir?
Y más, sin las palabras de los versos
de los poetas, que escritas quedan
en el poema, cuando vienen todas
con un estruendo a la mente del poeta.
Sin palabras, no podré vivir, y más
de los poemas escritos por los poetas.
Son la vida, y mucho más que me transportan
a tantos lugares, y a tantos recuerdos y actos
de mi vida. Son las eternas, dejadas.
jagv
ALEJANDRA PIZARNIK
Atentamente te saludo,
mi capitana poeta argentina.
Hecha poeta a sangre y lágrimas
hasta la muerte que te llevo.
Morir con las palabras profundas
hasta tu corazón, fuiste poeta.
Y al serlo por siempre.
A ti nos llevas con tus emociones
tanto, tanto, que vibramos con ellas.
El parisino de París
LA PARTIDA DE AJEDREZ EN WALL STREET
Mientras el tiempo pasa.
Ellos quieren jugar con nosotros.
Y siguen jugando contigo y con mi.
Aunque no estés dentro.
Ellos lo hacen, porque se creen
los más poderosos en el mercado
neoliberal creado por ellos mismos.
Nosotros somos solo sus peones.
Ahora hemos saltado a su ajedrez.
Donde siempre han controlado
todas las piezas. Siempre fue así.
Ahora en sus oficinas frenéticamente
dan órdenes a sus empleados para
comprar y vender y llevar el precio
a dónde tiene que estar, para
seguir jodiendo al simple mortal,
Nada más que sirva para que les
entre el miedo por días, habrá servido.
¿Ganaremos o perderemos?
Pero el miedo que tienen ahora mismo
no se les quita, aunque al final ganen
la batalla de ajedrez. Nosot5ros vamos
con negras y ellos con blancas.
Hagan juego, a ustedes les toca.
¿Cómo terminará la partida?
El tiempo como siempre notario.
El parisino de París