Por retar en el sueño, podría hacerlo hasta al mismísimo Billy el Niño. Mas como era un cobarde y apreciaba mi vida. Desistí. Seguí durmiendo. Al poco tiempo me vino otro sueño. Esta vez retando a Jesse James. Solos eran sueños donde sabía qui iba a morir frente a ellos. Me desperté. Vivo estaba.
juan antonio garcía vidal
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